Entramos en
las 2 últimas semanas de este MARATHON PROJECT y parece que fue ayer cuando ponía los contadores a cero
tras superar la rotura del tendón cuadricipital, allá por el mes de Julio.
Tras la
Media Maratón de Valencia, creo haber superado con éxito 15 días de alta
exigencia, tanto en volumen como en intensidad… y no solo por haberlos
completado, sino por haberlo hecho asimilando (creo) perfectamente cada uno de
los mas de 200km que he corrido desde el lunes 21-oct. Y es que desde mi punto
de vista, de eso se trata esta preparación tan larga, no solo de completar cada
una de las sesiones sino de asimilarlas, de interiorizar los conceptos específicos
que se trabajan dados los ritmos y distancias pautadas por Eugenio Olmos, mi
entrenador. Estos verbos: completar y asimilar, en cualquier periodo de
aprendizaje por desgracia no siempre van de la mano. En la preparación de un
maratoniano, si lo hacen, mejoramos y si no… estás cavando tu propia tumba (en
términos deportivos, claro, te estás sobre-entrenando o poniendo en riesgo tu
evolución)
Lo de SUMAR
y RESTAR yo lo entiendo desde mi experiencia en los 11 maratones corridos,
terminados… y preparados. Llega un momento que nadie mejor que uno mismo sabe
si un determinado entrenamiento, por las razones que sea (ritmo, distancia,
fatiga muscular, alimentación…) pueden poner en peligro las sesiones
posteriores o por contra afianzar esa mejora que llevas construyendo durante
meses. Yo en estas últimas 2 semanas he completado un puñado de “workouts”
que están entre los mejores de mi vida, tanto los de volumen (2 largos de 30 y
32km respectivamente, éste último con un diez mil final @3´56’’) como en intensidad:
3x4000 @3’45’’, 3x2000 @3’37’’ y 12x400 @1’16’’-1’17’’… ciencia ficción para un
tipo tan “diesel” como yo.
Decía Josef
Ajram hace unos días, tras fracasar por 2º año consecutivo en su reto Red Bull
7 islands que “cuando la cabeza falla, es difícil hacer reaccionar al cuerpo.”
Esta segunda vez no fue el calor, ni la orografía, ni el físico lo que le llevó
a abandonar el desafío. La ansiedad y “el miedo a fallar de nuevo” pudieron con
él.
Que porqué pongo este ejemplo?? pues porque fue tras la Media Maratón de VLC’12
y un par de entrenamientos descomunales la semana posterior, cuando mi cuerpo hace
exactamente 1 año empezó a dar señales de alarma… y ahí yo miré para otro lado.
No le hice caso y en una abrir y cerrar de ojos empecé a “competir” en cada
entrenamiento por suave que fuera, el pulso se me disparó y no hubo remedio:
llegué a la línea de salida del Maratón absolutamente pasado de forma y en el
km5 le dije a mi amigo Borja, que me acompañaba en bici: “dame los geles y vete
con el grupo, ellos te necesitarán mas que yo”… y me quedé a solas conmigo
mismo, un calvario, un vía crucis de 37km que me llevaron a meta en 3h07m, muy
lejos de los 2:49 que buscaba.
Así que en estos
últimos 13 días, lo que haga será para seguir sumando… o al menos para no
restar ni 1’’ en la línea de meta el próximo 17-Noviembre. Me encuentro bien,
muy bien diría yo, mejor que nunca y no quiero que, como a Josef Ajram, la
cabeza y el miedo a fallar de nuevo arruinen lo que está siendo la mejor
preparación de mi vida.
Te vas a salir, CRACK!!!
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