Semana -7, una de las que cuando empezó este MARATHON PROJECT quedaron marcadas en rojo en mi calendario.
Empezaba el lunes tras el primero de los largos de 30K, de los que espero como mínimo 2 ó 3 mas. Un recorrido "lineal" desde el parque de Cabecera hasta el Perelló donde mis amigos (La Manada) y yo disfrutamos como niños: salida todavía con el cielo estrellado, la compañía de hasta 3 bicis con avituallamientos que nos hacían sentir PROs, el buen rollo habitual y la presencia de 3 personajes (mas bien personalidades) de este circo:
Michel Fauritte (amigo por encima de todo y culpable de que allá por 2004 el running se convirtiera en algo mas que un hobby y pasara a ser parte de mi manera de entender la vida. El grupo de entrenamiento BLUE LINE, la organización de la carrera 10K Valencia, viajes inolvidables a maratones internacionales y alguna otra sorpresilla que está por llegar labran y aumentan día a día nuestra relación... un tío muy grande!!)
Eugenio Olmos (mi entrenador desde hace mas de 1/2 año. Con él he pulverizado mis marcas en 15km y Medio Maratón y él y su método GO RUN serán los me lleven el 17-N a cruzar la meta en Valencia por debajo de 2h50m... un tipo enorme y apasionado como pocos por el ATLETISMO con mayúsculas)
Álvaro Martínez (gracias a él conocí a Eugenio, preparamos juntos una Media en primavera, compartimos no solo una excelente relación sino entrenamientos a mediodía y objetivos presentes y futuros como el próximo Maratón de VLC y el Ultramaratón de 100km en Belves, Francia la próxima primavera. Somos almas gemelas en mil cosas y os digo una cosa: "a Alvarito, si no existiera, habría que inventarlo")
Bueno, como os decía, los 30km cayeron y quedarán para la historia unos ritmos de vértigo que cuando los repasaba en mi GPS lo primero que pensé fue: si sigo un poco más me casco entrenando un maratón a ritmo de 2:58... y no fui el único!!!
Pero la semana estaba y está llena de "hitos".
El martes era el día de la PRUEBA DE ESFUERZO, que más allá de valorar parámetros deportivos, umbrales, consumo máximo de oxígeno, producción, reutilización y acumulación de ácido láctico...lo que valora es el estado físico general y cardiovascular en particular. Queda lo más duro de la preparación y me parece importantísimo comprobar que "el relojito" funciona libre de riesgos. La analítica me ha salido aceptable, con valores de hierro border line pero dentro de los límites, la primera vez en mi vida.
Mi médico, Luis García del Moral, amigo desde hace años, valenciano y una eminencia mundial en su campo fue el encargado de la prueba desde su nueva ubicación en el POLICLINICO SALUD 4 y los resultados fueron satisfactorios, teniendo en cuenta que aún queda margen de mejora y semanas de trabajo.
Es un topicazo, pero no por ello menos real e importante. La prueba de esfuerzo forma parte de ese conjunto de cosas que rodea a una preparación específica conocida como "entrenamiento invisible" y debería ser obligatoria, no tanto desde una óptica deportiva (que también) como desde la de la salud.
Esa tarde aún cumplí con mi habitual cita con la pista, unas series de 400 tuvieron la culpa, aunque esta vez con el freno de mano porque el día siguiente tenía 20km y venía de un esfuerzo intenso mañanero en el test.
Cayeron los 20km (bueno 18 porque iba muerto) y al día siguiente 5 cambios de 1.000m @3'40" con +30º... que locura de calor, espero que el Otoño llegue pronto porque el verano parece eterno en Valencia (odio el calor cada año más, me debo estar haciendo mayor)
