jueves, 21 de noviembre de 2013

16 SEGUNDOS



16 segundos… o visto de otro modo 62 metros. Eso fue lo que me separó de mi objetivo.

Han pasado ya 4 días y sinceramente sigo sin saber que decir, que escribir o como encajarlo. En ocasiones intento ser positivo y veo la evolución de estos últimos 6 meses, con 3 marcas personales en 15km (Puzol, Massamagrell y Valencia), marca personal también en Media Maratón y lo mismo en Maratón con estos recientes 2:50:15. He entrenado mas kms y más rápido que nunca, la edad no ha sido un hándicap, ni que decir tiene que he disfrutado un montón… eso son verdades como puños y entiendo que con el paso de los días esas sensaciones irán siendo cada vez mas protagonistas de mi película.

Pero 16 segundos… en metros es si cabe más doloroso: 62 de 42.195, menos de lo que mide la pasarela final. Que no, que no estoy satisfecho, que no me conformo y que me volveré a retar con esta distancia y conmigo mismo, no sé si el año que viene o dentro de 2. Será otro duelo a vida o muerte, a cara de perro, como lo han sido la mayoría de los 12 que he completado y solo quedará en pie uno de los 2.

Las sensaciones ya en el calentamiento eran excelentes, como dije, llegaba al 100%. El sistema de entrenamiento de Eugenio Olmos, el método GO RUN había funcionado a las mil maravillas y estaba plenamente convencido de que tenía la marca en las piernas.

Deliberadamente mi grupo: Quique, Julián, Litri y yo nos colocamos en mitad del box de salida. En esta ocasión no buscamos las primeras filas ni las apreturas, lo que cuenta es el tiempo real y lo importante era no caerse los primeros metros ni salir “a pijo sacao”. Esto del maratón es matemática pura y si te pasas en el ritmo inicial lo acabas pagando seguro. Así que primeros kms ya a ritmo y se forma una grupeta de 15-20 corredores sin fisuras. Vamos dando la cara todos, a ratos el grupo se estira y a ratos se compacta, pero el ritmo es bastante uniforme. El paso por el km.10 (40'04'') y x la Media en 1:24:41 lo acredita, era lo pactado. Así seguimos hasta el km.30, donde tras pasar por enfrente de las Torres de Quart y el IVAM, encaramos quizá el peor sector de la carrera, nada que no imagináramos desde un inicio: la Av. Burjassot-General Avilés-Biopark-Hospital General… ahí se me empezó a hacer bola la carrera. Era con diferencia la zona menos atractiva y los kilómetros ya acumulados tampoco ayudaban. Mi esperanza era que al llegar a la Av. del Cid encarábamos ya los últimos 7-8kms y además de ir hacia el centro de la cuidad, también el terreno picaba para abajo. Y así fue, pero lo que a mí no me quedaban ya era “patas”. Intenté mantener el ritmo pero no solo no fui capaz, sino que además iba perdiendo 3-4 segunditos el mil y compitiendo. Imposible correr a “4 pelao” como los primeros 30kms. Ya al llegar a la C/Colón sabía que la marca no saldría, que estaría cerca, pero que había ahí un puñado de segundos irrecuperables. El giro a derechas hacia Navarro Reverter y el siguiente a Jacinto Benavente literalmente iba con la vista nublada y no me comí 2 bordillos y una bici de puro milagro. Por unos metros perdí la noción de las distancias, la vista al frente pero las imágenes eran borrosas y el griterío era una especie de zumbido muy lejano en mis oídos. Pese a todo volví a correr a 4’ pelao, pasé a varios que iban peor que yo y otros lo hicieron conmigo. Ya en la bajada a la Ciudad de las Ciencias intenté no dejar de apretar pero mas pendiente de que las plantas de los pies no se me acalambraran que de otra cosa y la entrada en meta fue a tope, sin nada que hacer pero sin querer regalar ni un solo segundo al crono.

 

A partir de ahí abrazos con algunos amigos y poco más, fueron minutos en los que no había consuelo, de rabia, de impotencia y de bajón… ayer por casualidad volví a ver las imágenes de Santiago Cañizares en la ceremonia de entrega de medallas del subcampeonato  de la Champions League frente al Bayern Munich en San Siro, Milán… cada uno a su nivel, pero debió ser parecido.
 
 
 
 
Y sabéis que?... que VOLVERÉ!!